CONSUMO DE ALCOHOL DURANTE EL EMBARAZO

No hay una cantidad segura de alcohol que se pueda tomar durante el embarazo o mientras se esté tratando de quedar embarazada. Tampoco hay un momento durante el embarazo en el que sea seguro beber alcohol. Todos los tipos de alcohol son igualmente dañinos, incluso todos los vinos y la cerveza. Cuando una mujer embarazada consume alcohol, su bebé también lo hace.

Las mujeres no deberían beber alcohol si son sexualmente activas y no usan métodos anticonceptivos eficaces. Esto se debe a que una mujer puede quedar embarazada y exponer a su bebé al alcohol antes de saber de su embarazo. Casi la mitad de todos los embarazos en los Estados Unidos no son planeados. La mayoría de las mujeres no se enteran de que están embarazadas hasta que ya han pasado 4 a 6 semanas de embarazo.

Los TEAF son completamente prevenibles si la mujer no bebe alcohol durante el embarazo. ¿Por qué correr el riesgo?

5 cosas que usted debe saber sobre el consumo de alcohol durante el embarazo

  1. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar defectos de nacimiento y discapacidades en el bebé. Estas afecciones, conocidas como trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) figuran entre las principales causas prevenibles de defectos de nacimiento y discapacidades del desarrollo. Los TEAF pueden causar problemas en la manera como luce, crece, aprende y actúa una persona. También pueden causar defectos de nacimiento en el corazón, el cerebro y otros órganos importantes. Estos problemas duran toda la vida.
  2. No se sabe de ninguna cantidad de alcohol que la madre pueda tomar durante el embarazo sin correr ningún riesgo. Todas las bebidas que contienen alcohol pueden afectar al bebé en gestación. Una lata de cerveza de 12 onzas tiene la misma cantidad de alcohol que una copa de vino de 5 onzas o 1 onza de licor fuerte.
  3. No hay ningún momento en el embarazo en el que se pueda beber sin correr riesgos.El alcohol puede afectar al bebé en cualquier etapa del embarazo. Puede causar problemas en las primeras semanas del embarazo, antes de que la mujer sepa que está embarazada.
  4. Todavía hay muchas mujeres que beben alcohol durante el embarazo.En los Estados Unidos, aproximadamente 1 de cada 8 mujeres embarazadas reporta haber consumido alcohol en los últimos 30 días; y aproximadamente 1 de cada 50 mujeres embarazadas indica haber tomado en exceso durante los últimos 30 días (cinco o más bebidas en una misma ocasión)*.
  5. Los trastornos del espectro alcohólico fetal son 100% prevenibles. Los TEAF se pueden prevenir totalmente si la mujer no bebe alcohol durante el embarazo.

Por qué el alcohol es peligroso

El alcohol en la sangre de la madre pasa al bebé a través del cordón umbilical. Beber alcohol durante el embarazo puede causar aborto espontáneo, muerte fetal y una variedad de discapacidades físicas, intelectuales y del comportamiento para toda la vida. Estas discapacidades se conocen como trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF). Los niños con TEAF pueden tener las siguientes características o conductas:

  • Características faciales anormales como, por ejemplo, surco menos marcado entre la nariz y el labio superior (este pliegue se llama filtro o surco subnasal).
  • Cabeza de tamaño pequeño.
  • Estatura más baja de la estatura promedio.
  • Bajo peso corporal.
  • Mala coordinación.
  • Conducta hiperactiva.
  • Dificultad para prestar atención.
  • Mala memoria.
  • Dificultades en la escuela (especialmente en matemáticas).
  • Discapacidades del aprendizaje.
  • Retrasos en el habla y el lenguaje.
  • Discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo.
  • Capacidad de razonamiento y juicio deficientes.
  • Problemas de succión y dificultades para dormir en los bebés.
  • Problemas de audición y de visión.
  • Problemas del corazón, los riñones o los huesos.

Cuánto alcohol es peligroso

No hay ninguna cantidad de alcohol que se conozca que una mujer pueda consumir durante el embarazo sin correr riesgo.

Cuándo es peligroso el alcohol

No hay ningún momento del embarazo en el que se pueda beber sin correr riesgos. El alcohol puede causar problemas para el bebé en gestación en toda etapa del embarazo, incluso antes de que la mujer sepa que está embarazada. El consumo de alcohol en los primeros tres meses de embarazo puede causar características faciales anormales en el bebé. También pueden generarse problemas de crecimiento o del sistema nervioso central (p. ej., bajo peso al nacer, problemas de conducta) si la madre consume alcohol durante cualquier etapa del embarazo. El cerebro del bebé se está desarrollando durante todo el embarazo y puede ser afectado por la exposición al alcohol en cualquier momento.

Si una mujer bebe alcohol durante el embarazo, nunca es muy tarde para que deje de hacerlo. Entre más pronto deje de beber la mujer, mejor será para el bebé y para ella misma.

 

Retención de líquidos en el embarazo

A medida que se acerca el fin de la gestación es habitual que las embarazadas sientan pesadez e hinchazón de las extremidades debido a los edemas o retención de líquidos. Te ayudamos a sobrellevarlo mejor.

Causas de la retención de líquidos en el embarazo

 

Se denomina edemas en el embarazo a la acumulación de líquido en los tejidos, o lo que coloquialmente solemos llamar retención de líquidos, que causa en las embarazadas que lo sufren una incómoda sensación de pesadez, fatiga e hinchazón de piernas y tobillos, especialmente, aunque puede manifestarse en otras partes del cuerpo, como las manos o la cara.

 

La retención de líquidos suele producirse principalmente en el tercer trimestre del embarazo  y en muchas ocasiones se agrava en el periodo inmediato al posparto. Habitualmente, esta sensación de hinchazón y pesadez suele aumentar al final del día. Hay que tener en cuenta que dos tercios del peso que la embarazada gana en la parte final de la gestación corresponde a líquido, por lo que es lógico que el sobrante se distribuya en el organismo.

Los edemas en el embarazo se producen por varios motivos, uno de ellos es la liberación de sustancias maternas, fetales y placentarias. También pueden deberse a la compresión que ejerce el útero -al crecer en el último tramo del embarazo- sobre los vasos sanguíneos, lo que hace que se dificulte el retorno venoso de las extremidades inferiores al corazón y de esta manera se favorezca la extravasación de líquidos fuera de la circulación, quedándose acumulado en los tejidos.

Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo son otra de las causas de la retención de líquidos en este periodo.

Además, hay determinadas circunstancias que propician la retención de líquidos como son el calor, la obesidad, permanecer de pie mucho tiempo o utilizar ropa y calzado muy ajustado. Las mujeres con problemas renales o circulatorios, como aquellas que sufren de varices, son más propensas a sufrir retención líquidos, y en ellas estos edemas puedes ser mayores.

Según la localización de los edemas, estos pueden ser generalizados, denominándose anasarca, lo cual no es frecuente en el embarazo; o pueden ser localizados, principalmente en las extremidades inferiores, aunque, con menos frecuencia, también se pueden localizar en manos y cara.

Los edemas se pueden identificar como un estiramiento de la piel. Esta piel tiene un aspecto brillante y al presionar sobre ese área se deja una huella que permanece unos segundos. Es lo que se denomina fóvea.

Se trata de un síntoma o signo que aparece en muchas enfermedades, como por ejemplo enfermedades cardiacas, hepáticas o renales, pero sin embargo, durante el embarazo, los edemas aparecen con mucha frecuencia, siendo un síntoma en la mayoría de las ocasiones benigno y banal, que, aunque molesto, no genera mayores complicaciones. Salvo que sean excesivamente grandes o no desaparezcan tras un periodo de reposo, no conviene alarmarse.

Cuando el edema se produce en las manos es frecuente que aparezca el síndrome del túnel carpiano. Este síndrome aparece en aproximadamente el 2,5% de las gestaciones y se debe a la compresión del nervio mediano. Cursa con edema, adormecimiento y acorchamiento de las manos.

Se debe consultar con el obstetra o matrona siempre que se los edemas o la hinchazón durante el embarazo sean persistentes o se acompañe de otros síntomas como dolor de cabeza o problemas de vista. Igualmente, es importante descartar un estado hipertensivo asociado al embarazo, como la preeclampsia, un problema que se asocia a menudo con edemas importantes, entre otros síntomas. Por eso se deben hacer determinaciones de la tensión arterial de manera asidua. Especial precaución requieren las pacientes que presentan algún factor de riesgo para desarrollar hipertensión (HTA) como el sobrepeso, antecedentes de HTA en gestaciones previas, o diabetes gestacional.

SANGRADO VAGINAL DE TERCER TRIMESTRE DEL EMBARAZO

Una de cada 10 mujeres tendrá sangrado vaginal durante el 3er trimestre. A veces, puede ser una señal de un problema más grave. En los últimos meses del embarazo,.

Usted debe comprender la diferencia entre manchado y sangrado:

  • El manchado es cuando usted nota unas cuantas gotas de sangre de vez en cuando en su ropa interior. Ni siquiera es suficiente para cubrir una toalla sanitaria.
  • El sangrado es un flujo de sangre más abundante. Con el sangrado, usted necesitará una toalla o una almohadilla para evitar que la sangre le empape la ropa.

¿Qué causa el sangrado a finales del embarazo?

Cuando comienza el trabajo de parto, el cuello del útero comienza a abrirse más o dilatarse. Usted puede notar una pequeña cantidad de sangre mezclada con flujo vaginal normal, o moco.

El sangrado a mediados o a finales del embarazo también puede ser causado por:

  • Tener relaciones sexuales (casi siempre solo manchado)
  • Un examen interno por parte de su proveedor (casi siempre solo manchado)
  • Enfermedades o infecciones de la vagina o el cuello uterino
  • Miomas uterinos o crecimientos o pólipos cervicales

Las causas más graves de sangrado tardío pueden incluir:

  • La placenta previa es un problema del embarazo en el cual la placenta crece en la parte más baja de la matriz (útero) y cubre toda o parte de la abertura del cuello uterino.
  • El desprendimiento prematuro de placenta ocurre cuando la placenta se separa de la pared interna del útero antes del nacimiento del bebé.

 

Qué decirle a su proveedor de atención médica

Su proveedor puede necesitar saber lo siguiente para encontrar la causa de su sangrado vaginal:

  • Si usted tiene cólicos, dolor o contracciones
  • Si ha tenido cualquier otro sangrado durante este embarazo
  • Cuándo comenzó la hemorragia y si es intermitente o constante
  • Cuánto sangrado se presenta, y si es manchado o un flujo más abundante
  • El color de la sangre (rojo oscuro o brillante)
  • Si la sangre tiene un olor
  • Si se ha desmayado, mareado o sentido náuseas, tenido vómitos, o diarrea o fiebre
  • Si ha tenido lesiones o caídas recientes
  • La última vez que tuvo relaciones sexuales y si sangró después de esto

 

¿Qué debe suceder después?

Usted puede observar en casa una pequeña cantidad de manchado sin ningún otro síntoma que se presenta después de tener relaciones sexuales o un examen por parte de su proveedor. Para hacerlo:

  • Colóquese una toalla sanitaria limpia y revise cada 30 a 60 minutos durante unas horas.
  • Si el manchado o el sangrado continúa, llame a su proveedor.
  • Si el sangrado es abundante, su abdomen se siente rígido y con dolor, o si está teniendo contracciones fuertes y frecuentes,

Por cualquier otro sangrado, debe ir por urgencias

  • Se le dirá si debe ir a la sala de urgencias o a la sala de partos en su hospital.
  • Su proveedor también le dirá si puede conducir usted misma o si debe llamar a una ambulancia.

 

ABORTO POR CAUSA IDENTIFICABLE:TROMBOFILIA

Tras la pérdida de un embarazo, sobre todo durante el primer trimestre, no se suele estudiar en profundidad la causa porque es una situación bastante común que no presenta ninguna predisposición para conseguir un futuro embarazo y tener un hijo sano.

Si se producen más de dos o tres pérdidas consecutivas, ya se trataría de un aborto recurrente o aborto de repetición y en este caso sí es fundamental estudiar la causa.

Los especialistas sospechan que muchos de los abortos podrían estar relacionados con una alteración trombofílica.

A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.

1.   Composición de la sangre durante el embarazo

2.   Pruebas para detectar trombofilias

3.    Tratamiento durante el embarazo

 

Composición de la sangre durante el embarazo

 

La gestación es un factor de riesgo para que se produzcan trombosis y alteraciones en el sistema circulatorio. Se producen cambios en la composición sanguínea, produciéndose:

  • Aumento de los factores de coagulación FI, FVII, FVIII, FIX y FX­.
  • Incremento de la resistencia de la proteína C activada.
  • Disminución de la proteína S.
  • Otras alteraciones procoagulantes.

Todas estas variaciones desencadenan la producción de trombina, la cual podría explicar las pérdidas tempranas a través de la liberación de citoquinas, que desencadenan una respuesta inflamatoria en los vasos de la embarazada. En ocasiones incluso pueden hacer que no se consiga la implantación del embrión en el endometrio y por tanto, no se produzca el embarazo.

 

En los abortos a partir de la semana 10 de gestación, el aumento de trombina provocaría una trombosis en los vasos de la placenta, produciendo insuficiencia placentaria o complicaciones vasculares generando la falta de irrigación en la placenta, desencadenando en la detención del desarrollo fetal.

 

Pruebas para detectar trombofilias

 

Para comprobar los niveles de coagulación de la sangre basta con realizar un análisis de sangre, lo que ocurre que muchos de los factores no pueden observarse, por lo que ante sospechas de aborto de repetición por trombofilias se aconseja realizar un test específico de trombofilias, que aunque tiene un mayor coste aportan mucha más información.

En estos test se analizan:

  • Anticuerpos estándar.
  • Anticuerpos anti-proteína Z.
  • Anticuerpos anti-anexina V.
  • Factor V Leiden.
  • Factor VIII.
  • Factor XIII.
  • Genotipo ABO
  • Homocisteína.
  • Polimorfismo del factor XII (46 C/T).

Continuamente se van describiendo nuevos factores y polimorfismos genéticos que pueden alterar la coagulación sanguínea, por lo que los distintos test que hay en el mercado van actualizándose constantemente.

 

Tratamiento durante el embarazo

 

Para conseguir que un embarazo llegue a término cuando existe un factor trombofílico es importante la colaboración del ginecólogo con el hematólogo, puesto que ambos especialistas deberán trabajar para que durante el embarazo llegue suficiente riego sanguíneo al futuro bebé.

 

La mayoría de estas mujeres recurren a la reproducción asistida por no conseguir el embarazo, y aunque empleen óvulos de donante no logran el embarazo o se detiene el desarrollo embrionario.

Para que una mujer con alteraciones en la coagulación de la sangre consiga el embarazo tras repetidos fallos de fecundación in vitro, embarazos bioquímicos o abortos tempranos es necesario que en función   de su alteración, se paute una medicación durante la estimulación ovárica. La medicación suele ser aspirina, heparina o una combinación de ambas durante la estimulación ovárica. Así un alto porcentaje consigue que el embarazo llegue a término.

En ocasiones, a pesar de que se ha administrado la medicación, la mujer sigue teniendo pérdidas gestacionales, se considera que es incapaz de gestar. La gestación subrogada puede ser una buena solución para que puedan formar su familia.

Los 3 tipos de aborto: espontáneo, inducido y terapéutico

El aborto es la interrupción de un embarazo antes de que el feto pueda vivir fuera del útero.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el aborto sea legal en todo el mundo, en la actualidad la mayoría de países no reconocen este derecho a las mujeres embarazadas, o en todo caso lo hacen sólo bajo determinados supuestos, como los riesgos graves para la salud de la madre o los casos de violación. Esto aumenta notablemente el riesgo de mortalidad debido a procedimientos médicos poco seguros.

A continuación vamos a explicar de forma detallada qué es el aborto y cuáles son las características de los dos tipos principales, el aborto espontáneo o natural y el inducido, así como los subtipos en los que se divide cada uno de ellos (incluyendo el aborto terapéutico, una clase de aborto inducido especialmente relevante).

¿Qué es el aborto?

El término “aborto” hace referencia a la finalización prematura de un embarazo debida a la muerte o a la extracción del feto en gestación. Puede tener lugar de forma espontánea o bien por la acción de la persona embarazada o de otra; en estos casos hablamos de “aborto inducido”, y puede deberse tanto a factores médicos (como que la vida de la madre esté en peligro) o a una decisión.

El aborto voluntario ha supuesto, y sigue suponiendo, un tema controvertido desde un punto de vista ético. En este sentido hay un debate muy activo en torno a si se puede considerar al feto un ser humano completo durante el periodo de gestación, o a la de si su vida es más prioritaria que la de la madre; las religiones, por ejemplo, tienden a considerar que interrumpir un embarazo es inmoral bajo la mayoría de circunstancias.

Aspectos legales y sanitarios

Desde el punto de vista legal, el aborto tiene un estatus muy diferente en función del país. En España se aprobó una ley en 2010 que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo, pero sólo durante las 14 primeras semanas de embarazo. En México la ley permite el aborto en ciertas circunstancias, pero no se admiten como justificación los problemas económicos ni es sencillo acceder a este tipo de servicio médico.

Sin embargo, los abortos se practican en todo el mundo independientemente de si están permitidos por la ley o no. En este sentido es fundamental tener en cuenta que en los países donde el aborto no es legal la mortalidad es mucho más elevada que en aquellos donde sí lo es; de hecho, en estos casos el aborto es uno de los procedimientos médicos más seguros que existen.

De hecho, casi la mitad de abortos inducidos que se ejecutan en todo el mundo tienen lugar en circunstancias muy poco seguras; en muchos casos las muertes se deben a que el aborto es practicado por personal médico no cualificado, al uso de equipamiento inadecuado o a la falta de salubridad del procedimiento. La Organización Mundial de la Salud afirma que el aborto debería ser un derecho universal para prevenir este tipo de muertes.

Tipos de aborto espontáneo (o natural)

Hablamos de aborto espontáneo cuando el embarazo se interrumpe de forma no intencionada; esto permite diferenciarlo del otro tipo clave de aborto, el inducido. La causa más común del aborto natural es la muerte del feto por defectos genéticos como las trisomías (un cromosoma presenta tres copias en lugar de las dos habituales), y suele tener lugar durante las primeras semanas de embarazo.

Dado que el bebé en formación sólo puede mantenerse vivo fuera del útero a partir de la semana 20 de gestación, aproximadamente, hablamos de aborto espontáneo en los casos en que éste muere y es expulsado antes de este momento. En cambio, si se produjera un “aborto natural” después del quinto mes lo que tendría lugar sería un nacimiento prematuro o en todo caso una muerte fetal.

El aborto espontáneo se puede dividir en tres tipos principales en función de si el cuerpo de la madre elimina todos los productos de la gestación o de si lo hace de forma parcial. En este sentido distinguimos entre el aborto espontáneo retenido (que son aquellos en que no se expulsa nada), el incompleto (se elimina sólo una parte) y el completo.

Asimismo, hablamos de aborto espontáneo temprano si éste se produce antes de la doceava semana de gestación y de aborto espontáneo tardío cuando tiene lugar entre las semanas 12 y 20.

¿Cuáles son los tipos de aborto inducido?

Es frecuente oír hablar del aborto inducido como “interrupción voluntaria del embarazo”, que se abrevia en las siglas IVE. Como hemos dicho previamente, este tipo de aborto está regulado de formas muy diferentes en función del país al que nos refiramos -lo cual se asocia a las múltiples concepciones, éticas o de otra clase, que existen en torno a este procedimiento.

Podemos clasificar el aborto inducido en tres tipos según el procedimiento específico que se emplee para provocar la terminación del embarazo. En este sentido hay que diferenciar entre el aborto quirúrgico y el médico (o con medicamentos).

Entre los métodos quirúrgicos que se emplean para provocar abortos inducidos encontramos la aspiración manual con una jeringa o el legrado, una técnica que consiste en dilatar el útero y raspar sus paredes para eliminar parte del revestimiento y con él al embrión.

En cuanto al aborto médico, que es todo procedimiento inducido que se base en el uso de medicamentos, combinar pastillas es el protocolo de referencia en la actualidad. Un dato curioso es que, a pesar de su seguridad, el aborto con medicamentos es muy poco habitual en algunos países, como en España, donde apenas supone un 4% del total de abortos inducidos.

Definición del aborto terapéutico o indirecto

El aborto terapéutico, que también es llamado indirecto, puede ser considerado un tipo de aborto inducido; en concreto, usamos este concepto en los casos en que se provoca un aborto inducido por motivos exclusivamente médicos. De esto se deduce que los dos términos no son sinónimos sino que “aborto inducido” subsume a “aborto terapéutico”.

Por lo general se practican abortos terapéuticos con el objetivo de prevenir un deterioro en el estado de salud de la mujer embarazada o incluso su fallecimiento. En muchos países los riesgos médicos graves para la madre son uno de los pocos supuestos que la ley recoge como justificaciones para el aborto inducido.

Disminución de plaquetas durante el embarazo

La disminución de plaquetas durante el embarazo, también conocida como Trombocitopenia Gestacional, es una alteración en la sangre que puede afectar hasta al 15% de las embarazadas. En ella el recuento plaquetario disminuye por debajo de los 100.000/mm3. Es importante su diagnóstico precoz, para tratar a la madre cuanto antes, con el objetivo de disminuir los efectos en el feto. 

 

¿Por qué bajan las plaquetas en el embarazo?

La bajada de plaquetas o trombocitopenia puede afectar hasta un 15% de todos los embarazos, siendo la segunda causa de alteración hematológica en este grupo de población, superada solo por la anemia. Hablamos de trombocitopenia cuando el recuento plaquetario disminuye por debajo de los 100.000/mm3.

 

Origen de la disminución de plaquetas o Trombocitopenia

Este fenómeno puede estar relacionado con condiciones preexistentes presentes en las mujeres en edad fértil, como son la trombocitopenia inmune primaria (TIP) y el Lupus eritematoso sistémico (LES). También en alteraciones propias del embarazo, como son la Trombocitopenia Gestacional o el Síndrome de HELLP, que es un trastorno propio del tercer trimestre del embarazo, relacionado muchas veces con procesos de gestosis o hipertensión durante la gestación. Este síndrome se origina por una alteración de la microvasculatura de la paciente que produce, entre otras cosas, una destrucción acelerada de circularidad sanguínea, cursando con un incremento desmesurado de transaminasas, anemia de tipo hemolítico con presencia de hematíes rotos en el estudio del frotis sanguíneo llamados esquistocitos. Es un Síndrome que representa una urgencia hematológica, dadas las complicaciones clínicas que puede ocasionar tanto a la madre como al feto.

Tal como se ha mencionado, hasta un 15% de los embarazos pueden cursar con disminución de los recuentos plaquetarios. Esto, de forma fisiológica, es más evidente durante el tercer trimestre del mismo, debido a un mecanismo dilucional sumado a una destrucción acelerada de plaquetas al pasar por la superficie dañada de la placenta. En caso de gestaciones múltiples, el recuento descendido de plaquetas puede asociarse a un incremento de la producción de trombina, que ocasionaría un consumo acelerado de las mismas. Esto es lo que se denomina Trombocitopenia Gestacional.

 

Incidencia de la Trombocitopenia Gestacional y diagnóstico

La Trombocitopenia Gestacional se considera un trastorno benigno, que ocurre de forma incidental en el 5% de todos los embarazos, siendo la causa de hasta el 80% de las trombocitopenias que pueden cursar durante la gestación. Se diagnostica porque el recuento plaquetario en las analíticas de sangre, concretamente el hemograma, oscila entre los 70.000- 110.000/mm3 en casi el 90% de las mismas.

Es imprescindible, como en cualquier proceso hematológico, realizar una correcta y estructurada historia clínica a la paciente, haciendo especial hincapié en antecedentes familiares y personales de trombocitopenia, así como de gestaciones previas con trombocitopenias a lo largo del desarrollo del mismo. La exploración física en busca de lesiones hemorrágicas en forma de hematomas o petequias es crucial para el abordaje diagnóstico, al igual que el hallazgo de visceromegalias o aumento de tamaño del hígado o bazo, que puede orientar hacia un problema hemolítico subyacente, sobre todo en el tercer trimestre de gestación.

Desde el punto de vista analítico, tanto el obstetra-ginecólogo como el hematólogo solicitarán los estudios bioquímicos o serológicos apropiados, así como el análisis del frotis sanguíneo por parte de este último en busca de alteraciones morfológicas en las series hematológicas que puedan orientar hacia un diagnóstico u otro.

Hay que tener en cuenta que el diagnóstico de Trombocitopenia Gestacional se realiza por descarte del resto de procesos etiopatológicos que puedan producir disminución de plaquetas durante el embarazo.

 

Tratamiento de la Trombocitopenia Gestacional y pronóstico

No hay una indicación terapéutica específica para las gestantes con Trombocitopenia Gestacional. No obstante, debe hacerse un seguimiento periódico de las mujeres embarazadas por parte tanto del ginecólogo como del experto que dependerá de la cifra de plaquetas que presente la paciente. Se recomienda parto transvaginal natural, si otras alteraciones obstétricas no lo contraindican. La anestesia epidural puede administrarse de forma segura con recuentos plaquetarios superiores a 70.000/mm3, aunque todo dependerá de la valoración del anestesista.

Tras el embarazo ha de realizarse un seguimiento estrecho de los recuentos plaquetarios para verificar si ha habido una resolución espontánea tras el parto. Sin embargo, existe un pequeño grupo de puérperas en quienes puede persistir la Trombocitopenia y desarrollar una trombocitopenia inmune (TIP).

De igual modo se ha observado que la trombocitopenia en siguientes gestaciones puede llegar hasta un 20% de los embarazos. Aunque el riesgo de trombocitopenia neonatal se considera insignificante, se recomienda realizar seguimiento de todos los neonatos nacidos de madres con trombocitopenia por parte de su pediatra o neonatólogo.